miércoles, 23 de julio de 2014

TRAVESURAS DE BRUJAS. TAMALAMEQUE.

Trabajo de investigación realizado por alumnos del Instituto Técnico Agropecuario de Tamalameque, dentro del marco del proyecto "RECORDANDO  ANDO"
LAS  BRUJAS
¡No creo en brujas!...pero de que las hay las hay. Típico refrán Tamalamequero.

La brujería data desde los tiempos de la antigua Mesopotamia y Egipto.  Así lo demuestra la Biblia como también otros antiguos escritos como el Código de Hammurabi (2.000 a.C.).  La brujería está presente o lo ha estado en distintas culturas, visitando casi todos los puntos del planeta en algún momento de la historia.  Tamalameque no ha sido la exención en esta práctica de adoración al maligno y del deseo de jugar con otras personas.  La tradición oral Tamalamequera nos dice, que desde su fundación aquí se ha practicado la brujería y que aún en la actualidad se encuentran algunas de ellas; ahora un poco más cuidadosas en sus prácticas; pero, otrora las historias de sus fechorías son innumerables.

Se distinguen entre brujas diurnas y nocturnas. Se supone que las nocturnas son esencialmente malvadas, mientras que las diurnas conviven sin dificultad con el resto del grupo y rara vez hacen daño.  No se les consideran especialmente malas sino traviesas; usan su poder para despertar pasiones en los hombres.  Se dice también que cuando el sol cae, las brujas acuden a sus reuniones con el aspecto de bolas de fuego o transformadas en pájaros.

Las brujas; son generalmente, mujeres  locas de deseos que ya no pueden satisfacer, cortesanas envejecidas, monstruos de inmoralidad y de fealdad, envidiosas del amor y de la vida, que tienen pacto con el diablo.  Sus maldiciones son a base de brujería o hechicería para los males de amor o de rencor hacia los vecinos o personas conocidas.  Son adivinadoras del destino, expertas en la lujuria y el brebaje.

Roban niños para sacrificarlos en sus rituales de magia negra.  Cuando desean transformarse, generalmente los martes y los viernes, no comen sal; se suben a una parte alta o a un árbol y se lanzan diciendo: “Sin Dios y sin Santa María”, y salen volando en forma de pizca, caen sobre los techos de las casas, les chupan la sangre a los que duermen, generalmente de las piernas o de los brazos.

Para capturarlas, cuando se oye el aleteo sobre la cumbre de la casa alguien grita adentro “Sábado día de la Virgen, ven mañana por sal” y por lo general al otro día llega una mujer a la puerta de la casa a pedir sal.  Otro método es el cinto de San agustín; sal y pimienta, las cuales se riegan y amanecen recogiéndolas, un pantaloncillo fabricado con las mangas al revés, como también se puede regar mostaza a la entrada de la habitación.

El saber popular nos dice de las brujas, que:
  Rezan el credo al revés; para volar.
  Chupan a los niños sin bautizar; para alimentarse y tener larga vida.
  Duermen al marido con una oración especial.
  Cargan las pajas de la escoba; para volar.
  Si al visitar una casa, se le voltea una escoba detrás de la puerta, no podrán irse fácilmente.  Si se voltea antes de que llegue, no podrá entrar.
  Se pueden convertir en cualquier animal.
  Cuando caen en una casa, se les dice: “Ven mañana a buscar sal, para que puedas volar”; al día siguiente llegan a la casa buscando un poco de sal, si no se la dan debe esperar que disimuladamente coloquen la sal donde ella pueda cogerla y se vaya.  Si no le dan la sal, la bruja la buscará en otra parte y salará la casa.  Si la bruja no va a buscar la sal; sufrirá toda clase de dolores, hasta morir.
  Cuando dejan de practicarla brujería se enferman con fuertes hemorragias o diarreas y dolores insoportables.
  Cargan los libros de brujería como si fuera una medalla de gran valor.
  Cuando una bruja se acerca a personas que saben cosas de Dios, el cuerpo se les estremece y se asustan de lo que puedan hacer.
  Las brujas sólo entran a la iglesia si tienen urgencia de hacerle un mal al sacerdote o cualquier persona, dándole algo de comer.  No les pasa nada; pero, salen como locas y se mueren enfermas; pues lo mismo que ellas han hecho malo, les cae a ellas.
  Cualquier cosa buena que se les rece las retira; desde un Padre Nuestro hasta un Ave María.
  Con la hoja en cruz, se tiene a Dios encima; porque sirve para agarrar a las brujas.  También se deben patear con la pierna izquierda.
  Si se le da un tiro de revolver a una bruja que está convertida en un animal, el animal se irá; pero amanece muerto el cuerpo de la bruja, porque el  espíritu fue herido.
  Con una rama de yuca botón o de la morada que se le haya rezado tres Padres Nuestros si se le pega a una bruja, esta quedará encamada por varios días, llegando a convertirse el golpe en una llaga eterna.  Todo esto se debe a que existen plantas sagradas (Yuca, Mata ratón, Ruda, Hierba buena) a la que las brujas le rezan tres Padres Nuestros alrevés, o tres credos alrevés.
  Las brujas para volar, realizan un ritual: hacen una ronda, en el centro acuestan a una mujer, preferiblemente joven, quien se desnuda por completo y las otras se arrodillan alrededor teniendo el pecho descubierto.  Rezan y sale volando el espíritu dejando el cuerpo ahí al cuidado del zángano.
  Cuando las brujas van a alzar el vuelo, dicen: “Sin Dios y sin Santa María”.
  Las brujas deben regresar a casa antes de que canten los gallos de las tres de la mañana; pues si se las coge este canto por fuera, no pueden volar y les toca regresar a pie desde donde estén.
  Por lo general, las brujas andan de a dos o tres; para poder ayudarse las unas a las otras en caso de algún problema.
  Si una bruja es agarrada convertida en algún animal, pasada 24 horas capturada el cuerpo muere.
  Se llama zángano al hombre que acompaña a las brujas en sus andanzas.  Este es el encargado de reunirlas en el lugar y momento adecuado.
  Las brujas premian al zángano haciendo el amor con él o haciéndoles favores con otras mujeres.
  El tambor del Zángano es un cascaron de huevo. El tambor lo suenan para llamarlas.
  En luna llena salen la mayoría de los espantos.
  A las 6:00 P.M. salen todos los animales peligrosos a caminar.  Los animales buenos se acuestan a dormir a esa hora, empezando por el gallo.
TOMADO DEL LIBRO: TAMALAMEQUE, TU FOLCLOR VIVE. De Edgar Alfonso Peñaloza Robles.

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